HEMOS dicho que la filosofía es el pensar, lo universal, que tiene por contenido igualmente lo universal; por tanto, el contenido del pensar filosófico no es solamente subjetivo, sino que es, al mismo tiempo, todo el ser.
(Georg W. F. Hegel, División general de la historia de la Filosofía,
en “Lecciones sobre la historia de la filosofía”, 1822)
(Georg W. F. Hegel, División general de la historia de la Filosofía,
en “Lecciones sobre la historia de la filosofía”, 1822)
Si, como dice Hegel, la filosofía pertenece al dominio de lo universal, habrá que preguntarse, más allá de la diferencia epistemológica entre “filosofía” (como aspiración a la Sabiduría) y “ciencia” (como abordaje de una particular región de objetos) qué es lo que hace de “lo universal” un objeto para la reflexión o, en todo caso, cómo hacer de “lo universal” un “objeto de reflexión”.
La historia de la filosofía muestra, en su constitución como “territorio” donde lo que se pretende alcanzar –lo que se busca- es “la Verdad”, un recorrido en el cual lo que aparece, son los diversos “rostros” de lo universal. Con esto, lo que quiero decir es que el “filosofar” es una operación que pone en juego una particular “figura del pensar”, esto es, en la actitud filosófica, el pensamiento adopta en cada caso una “figura” que delimita “lo pensable”.
Ahora bien: ¿Qué significa para nosotros hoy que la filosofía haga de “lo universal” su dominio?
En la tradición metafísica occidental, “lo universal” es “el Ser”. Sin embargo, por el momento, no hemos hecho más que sustituir un término por otro y confirmar nuestra perplejidad. La pregunta se desplaza desde “lo universal” a “el Ser”, como una de las figuras adoptadas por “lo universal”.
Para avanzar por el camino de la metafísica, deberemos entonces recurrir al menos a dos de sus mejores críticos: Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger.
Para el primero, la historia de la metafísica occidental no es más que un equívoco (puesto que el “mundo verdadero” terminó convirtiéndose en “una fábula”). Para el segundo, la historia de la metafísica occidental no es nada más –y nada menos- que el resultado de una “fatal ocultación” y de un “olvido”: el olvido de la diferencia ontológica entre “el ser” y “el ente”.
Sin embargo, ambos coinciden en este punto, en que la filosofía pertenece al dominio del pensar como representar. Y también coinciden en que la pretensión del filósofo –su aspiración de alcanzar la verdad- es la posibilidad de encontrar “el fundamento”. En este sentido, la imagen cartesiana del “árbol de la ciencia”, es de algún modo una metáfora de la pregunta filosófica que se manifiesta, más que como pregunta “por la raíz”, como “pregunta radical”: ¿por qué es el ente y no más bien la nada? (Leibniz)
La historia de la filosofía muestra, en su constitución como “territorio” donde lo que se pretende alcanzar –lo que se busca- es “la Verdad”, un recorrido en el cual lo que aparece, son los diversos “rostros” de lo universal. Con esto, lo que quiero decir es que el “filosofar” es una operación que pone en juego una particular “figura del pensar”, esto es, en la actitud filosófica, el pensamiento adopta en cada caso una “figura” que delimita “lo pensable”.
Ahora bien: ¿Qué significa para nosotros hoy que la filosofía haga de “lo universal” su dominio?
En la tradición metafísica occidental, “lo universal” es “el Ser”. Sin embargo, por el momento, no hemos hecho más que sustituir un término por otro y confirmar nuestra perplejidad. La pregunta se desplaza desde “lo universal” a “el Ser”, como una de las figuras adoptadas por “lo universal”.
Para avanzar por el camino de la metafísica, deberemos entonces recurrir al menos a dos de sus mejores críticos: Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger.
Para el primero, la historia de la metafísica occidental no es más que un equívoco (puesto que el “mundo verdadero” terminó convirtiéndose en “una fábula”). Para el segundo, la historia de la metafísica occidental no es nada más –y nada menos- que el resultado de una “fatal ocultación” y de un “olvido”: el olvido de la diferencia ontológica entre “el ser” y “el ente”.
Sin embargo, ambos coinciden en este punto, en que la filosofía pertenece al dominio del pensar como representar. Y también coinciden en que la pretensión del filósofo –su aspiración de alcanzar la verdad- es la posibilidad de encontrar “el fundamento”. En este sentido, la imagen cartesiana del “árbol de la ciencia”, es de algún modo una metáfora de la pregunta filosófica que se manifiesta, más que como pregunta “por la raíz”, como “pregunta radical”: ¿por qué es el ente y no más bien la nada? (Leibniz)
Para nosotros, post-nietzscheanos y post-heideggerianos, pareciera que toda esta terminología careciera de sentido. Para nosotros, que vivimos en este “mundo humano, el mundo de la vida cotidiana, el "mundo de la vida" (Lebenswelt), “el Ser”, “la Verdad”, “lo Universal”, “el Fundamento”, son términos que carecen de determinaciones concretas. Sin embargo, también para nosotros pueden volverse significativos si podemos recuperar el “plano de inmanencia” en los cuales estos conceptos se organizan, se yuxtaponen y se condensan. De lo que se trata, es de poder reconocer “el problema” ante el cual los conceptos emergen como respuestas.
Por lo tanto: si para identificar “el concepto”, es necesario apelar a “el problema”, entonces, ¿de qué se ocupa la metafísica?
En este punto, creo que Heidegger es bastante claro: la metafísica se ocupa del ser del ente. La cuestión metafísica es la cuestión del ser.
En este punto, creo que Heidegger es bastante claro: la metafísica se ocupa del ser del ente. La cuestión metafísica es la cuestión del ser.
Ahora bien, la pregunta retorna: entonces ¿qué es “el Ser”? Según Heidegger, el Ser no es el ente. La pretensión metafísica de dar cuenta del Ser es justamente una pretensión que no ha sido lograda, porque cada vez que los filósofos han intentado “nombrar” el Ser, lo que han “mentado” siempre ha sido “el ente”. De Anaximandro a Nietzsche, la metafísica no ha hecho más que “hablar del ente”, intentando “nombrar al ser”. Y esto justamente porque para “hablar”, para “decir”, es necesario “decir algo”. Y al “decir algo”, lo que se oculta –y lo que se hace manifiesto a la vez en el ente- es “el ser mismo”.
El “olvido del Ser” que, según Heidegger, comienza con los griegos, se extiende a lo largo del pensamiento moderno y culmina con el predominio del cálculo y de la técnica, significa que el ser se hace presente –para el pensamiento- como “esencia” (como “cosidad” de la cosa, como aquello que hace “a la cosa como cosa”, a “la cosa como esta cosa-determinada”). El “olvido del ser” implica el desplazamiento de la diferencia ontológica desde el plano del “ser” a “los entes” (confundiendo al ser con el ente “originario” que fundamenta sus “derivados”). El “ser-ente” puede tener cualquier nombre dice Heidegger: naturaleza, hombre, dios, materia, espíritu, pero ninguno de ellos es “el ser”. Es esta interpretación del ser como ente lo que ha dado como resultado el “olvido”.
Esta operación de “ocultamiento”, o de “encubrimiento”, no es ajena al “pensar”. Si el ser es lo que “se da a pensar”, entonces, debe volverse “pensable”. Ahora bien, sólo puede pensarse el “ser determinado”, y el “ser” como “ser determinado” es siempre “el ente”. El problema que deja abierto Heidegger es entonces el problema de la “representación”: bajo el dominio del Concepto –tal como surge desde los griegos- el “ser” sólo puede ser “representado”, y en ese representar, el “ser” se hace presente como “ente”.
Tenemos entonces que la metafísica, en lugar de ser exclusivamente una "disciplina específica” –similar a la gnoseología, la ética, o la epistemología- se hace presente, desde esta perspectiva, como una particular “figura del pensar” occidental. En este sentido, su deconstrucción requiere de operaciones donde se ponga en juego “pensar de otro modo”. Pensar, más allá de la diferencia ontológica o, simplemente, más allá de la diferencia.
Actividad obligatoria para los Estudiantes del Profesorado en Filosofía (ciclo lectivo 2008).
A partir de la lectura comprensiva y reflexiva del texto de Platón, el Timeo, donde el autor describe el "mito" (relato verosímil) de la creación del cosmos, se trata de caracterizar la relación que es posible pensar entre el ser verdadero y el ser aparente y de qué modo "el ser" queda ocultado detrás de "lo universal" del ente.
Buen trabajo para todos, espero sus primeras aproximaciones a esta cuestión en este Blog.
24 comentarios:
Hola liliana estamos probando el blog. Brian
hola liliana!!yo tambien pruebo el blog.m.laura
Es muy interesante y para reflexionar la frase de Cornélius Castoriadis sobre el pensar
hola liliana el blog es realmenete atrapante en el sentido de bibliografia y ademas nos ayuda un monton y nos abre un espacio nuevo de debates suerte
HOLA LILIANA,ESTOY VIENDO SI EL CONMENTARIO LLEGA...PARA DESPUES DEJAR APORTES MEJORES...
MUY BUENO EL BLOG...
hola!!! que ande bien
pronto establecere mi comentario.
muy buena la idea del blogspot
probando el blog estamos....
a partir de este momento estaremos comunicados por intermedio de este sistema, nos vemos
Hola liliana , estoy probando el blog
¿cuándo comenzaremos nuestras "conversaciones filosóficas"? Por el momento, parece un monólogo a mi cargo o, a lo sumo, ensayos en el uso de las herramientas tecnológicas. ¿Quién se atreve a empezar el dia-logos?
Cuando Platon caracteriza la relacion de que es posible pensar entre el ser verdadero y el ser aparente, encontramos aqui que desde el momento en que Platon crea el concepto de Idea, como lo universal, lo identico entre si, lo eterno, etc. solo esta hablando del ente y no del verdadero ser. Segun lo establecido por Heidegger el ser debe volverse pensable, pero desde el momento que se piensa, se determina y en esa determinacion, como limitacion, no se esta hablando del ser sino del ente. Por tanto podemos establecer que cuando Platon habla de las ideas como fundamento de la realidad aparente, solo esta hablando del ser-ente y no del SER
En esta reflexión , puedo notar o tratar de interpretar , que el Filosofar es lo universal , a lo cual nos lleva a que lo universal es el Ser , pero también debemos tener encuenta como lo planteamos o definimos al Ser . También podemos pensar que la filosofía es lo que se puede representar , pero esto lleva a que si nosotros representamos o pensamos al Ser , se nos convierte en un ente . Lo cual lleva que el Ser lo podamos cualquier nombre como nos dice : Heidegger .
La conclusción que puedo llegar seria a que el Ser lo pensamos y al representarlo lo convertimos en un ente , pero si no lo pensamos lo llamamos el olvido del ser .
La reflexión sobre el problema Ontológico , me parecio importante Liliana , nose si es lo que apunte a la reflexión . Saludosss Brian .- No te olvides de la pluma !!
liliana termino de leer la nueva publicación del blog.. muy interesante, en breve dejaré mi comentario. Muy innovador medio de mantenernos en contacto y debatir.. FELICITACIONES!
DESDE LA PERSPECTIVA HEIDEGGERIANA QUE ENTIENDE A LA METAFISICA OCCIDENTAL COMO "OLVIDO DEL SER", NI EL "SER VERDADERO" PLATONICO SERIA TAN VERDADERO, NI EL "SER APARENTE" SERIA TAN APARENTE, EN TANTO QUE SON REPRESENTACIONES DE "EL SER", POR LO CUAL SE ENTIFICAN (SER-ENTE), SE "OCULTAN DETRAS DE LO UNIVERSAL DEL ENTE".
Para nosotros que vivimos en este mundo "aparente"es necesario siempre que abordamos un tema trabajar con conceptos concretos y obtener respuestas con sentidos.
como sabemos la filosofia la ubicamos en el campo de lo universal y lo absoluto y pertenece al dominio del pensar como representar.
En este texto, en el cual se citan los filosofos Heidegger y Nietzche,se plantean cuestiones puntuales y especificas qie la filosofia ha intentado explicar a lo largo de los años,por ejemplo segun Heidegger cuando hablamos de SER e intentamos de definirlo o simplemente pensarlo,lo convertimos en ente.
desde mi ignorancia mucho no puedo decir;es un muy buen tema,espero seguir conociendo mas con el transcurso del tiempo.caro
hola a todos!!!
he leido varias veces este texto y me parece muy claro, es muy interezante, tal vez desde mi forma de pensar "clasica" me cuesta entender, de que si Dios no es el Ser mismo, que lo seria!!
saludos a todos!!!
Creo que el problema del SER es interesante y complejo ya que muchos filosofos al tratar de nombrarlo(al ser)terminaron hablando del ente y desplazando al ser al olvido.
La verdad es que me resulta un tema atrapante ya que si uno lo piensa(al ser) esta pensando al "ser determinado" y este es el ente;por otro lado si uno lo "representa" se hace presente el ser como ente.Esto me lleva a pensar que ser y ente siempre estaran unidos y el SER quedara en el olvido.Tambien me hace reflexionar si existe realmente el SER por si solo...la verdad es que no conozco nada sobre el tema y puede que lo que haya dicho sea un disparate pero bueno son reflexiones mias...saludoss!!maria laura
Felicitaciones a todos los philo-sophoi por haber comenzado a esbozar sus primeras reflexiones en torno al problema ontológico, uno de los más complejos que se presentan en la historia de la filosofía.
Sin embargo, puede decirse que atraviesa todo el ámbito de la disciplina, en la medida en que hay supuestos onto-lógicos que organizan no sólo "saberes", sino "prácticas". Intentaremos pensar estos supuestos en el desarrollo de los próximos bloques temáticos del Espacio.
Muy interesantes todas las intervenciones:
Juan Pablo aclara que la "determinación" es, en cierto sentido, una "limitación". Podríamos decir que "lo pensado" es siempre algo "limitado" en cuanto "circunscripto". La Idea platónica se torna una figura del ser-ente.
Brian da cuenta de la operación propia del pensar como representar: si pensar es representar "algo", entonces "lo pensado" es siempre un ente.
Mauro agrega que "el verdadero ser" y "el ser aparente" producen el olvido en términos de "ocultamiento". El ser permanece "oculto tras lo universal del ente".
Carolina y María Laura reafirman esta posición: cuando intentamos "nombrar" al ser "lo convertimos" (dice Carolina) en "un ente" o, hablando del ente, desplazamos al ser "al olvido" (dice María Laura).
¿Podríamos decir que la operación del pensar implica ella misma el "olvido"? Por otra parte, ¿en qué términos podríamos pensar ese "olvido", ese "desplazamiento", ese "ocultamiento"?
Nos seguimos leyendo...
El problema surge cuando la Filosofìa,encargada de buscar la "verdad", se interesa màs por encontrar dualidades en la realidad. Esta dualidad entre "mundo aparente" y "mundo inteligible" en Platòn, o "ser verdadero" y "ser aparente", en Heidegger; no hacen màs que dilucidar las categorìas de pensamiento que utiliza el filòsofo, para pensar y lograr representarse "el Fundamento", pero que NO alcanzan su cometido, precisamente porque para responderse por el SER deben representarlo y por tanto lo entifican en tal procedimiento. Sin embargo, el olvido del SER se da en el momento en que se opera la dualizaciòn, porque se lo separa como esencia del mundo aparente, si bien es imposible pensar al SER sin derivar en el ente, el desafìo serìa no pensar al ente como si hubièramos dado con el SER, sino pensar que cada ente, si bien no responde a nuestra pregunta por el FUNDAMENTO, es una parte de èl. No debemos olvidar que el pensar sòlo nos permite acceder a diversos rostros de lo universal, pero nunca al SER MISMO.
Platon al tratar el tema del origen del cosmos, en su texto el Timeo, le da el protagonismo a el Demiurgo como el artesano encargado de copiar las formas puras y eternas existentes en el mundo inteligible de las Ideas. estas formas como seres verdaderos seran el molde sobre el cual se basaran los seres aparentes, que existen en este mundo, el mundo sensible.estas ideas son eternas, perfectas, podriamos pensarlas junto a Platon, como el ser verdadero, pero al definirlas como tales las estamos determinando, delimitando, las "entificamos", las tranformamos en entes. es por esto que Heidegger nos habla del olvido del ser, de la historia de la metafisica occidental como la historia del olvido del ser tras el ocultamiento del mismo detras de la imagen del ente. todas las formas de pensar el ser son en realidad, formas de pensar el ente. es asi como al querer representarnos el ser, lo restringimos a un lugar y un tiempo determinados, lo determinamos y los perdemos como ser detras de la universalidad del ente.virginia
Segun lo leido de Heidegger desde el momento en el que el ser se piensa desde un concepto(universal)se habla solo del ente y no del verdadero "Ser" por eso Heidegger remarca la idea del "OLVIDO DEL SER"porque siempre se esta hablando del ser-ente y no del SER como tal.Entonces si representamos al ser bajo el dominio del concepto ¿no seguiremos hablando del ente?
PERDON LILIANA EL COMENTARIO ANTERIOR ES MIO, GEORGINA FERRARA. NO SE PORQUE SE PUBLICO CON EL DE BRIAN DAGUERO...MIL DISCULPAS...SALUDOS!!
Desde sus comienzos el filosofo busca la verdad surmergiendose en el mundo aparente y en el mundo de las ideas,buscando asi el ser universal,aunque nunca a llegado a encontralo ya que al solo pensarlo lo convierte en ente.El olvido del ser comiensa con los griegos y todavia persiste.Este se genera confundiendo al ser con el ente originario.
Por esto la metafisica se propone como ciencia para develar este misterio que se terminara solo al pensar de otro modo...
Es un comentario muy tardìo, espero poder seguir pensando el tema y acercar màs aproximaciones.
En primera medida considerando el Timeo podría decir que la relación que es posible pensar entre ser verdadero y el ser aparente es una de necesidad recíproca. Para que exista el ser verdadero necesitamos del ser aparente, y, para que exista el ser aparente es necesario el ser verdadero. Creo que la creación de este dualismo fue la manera de materializar el pensamiento, es decir, de darle realidad, concreción a lo abstracto del mismo.
En cuanto al modo en que el ser queda oculto detrás de lo universal del ente, entiendo que al pensar el Ser hay que determinarlo y ese “Ser determinado” será el ente, por tanto nunca podría pensarse el Ser, de lo contrario hablaríamos de otra cosa. Por eso es interesante la consideración de las figuras del pensar. Si la figura del pensar es aquella que va a “determinar lo pensable” y, si desde la metafísica (figura del pensar) no puedo pensar el Ser, habría que cambiar la figura, pensar en lo no pensado.
Sobre ello escribe Deleuze, les dejo un fragmento de una biografía sobre Deleuze que encontré en la red:…” Según Deleuze, la tarea de la filosofía actual es la de pensar las condiciones que hacen posible la aparición de las nociones mismas de ser y de sujeto que están en la base de la filosofía moderna, la cual, a su vez, surgió por la necesidad de fundamentar el ser en el sujeto debido al fin de las metafísicas del ser que se produjo al final de la Edad Media.”(…)” Contra este dualismo Deleuze reivindica el proyecto nietzscheano de la inversión del platonismo, y una concepción de lo real entendido como formado por una multiplicidad de planos sin cabida para aquel dualismo ni para un pretendido privilegio del sujeto como polo de referencia”... Entrada del diccionario de Filosofía Herder
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