25 nov 2007

La enseñanza de la filosofía

"Mientras la pregunta: ¿por qué? intenta dar cuenta de las razones que fundamentan la enseñanza de la filosofía, y la pregunta: ¿para qué? intenta dar cuenta de la finalidad de la tarea de enseñar filosofía, en este apartado vamos a tratar de pensar con otros –algunos filósofos y algunos enseñantes – y entre nosotros, por qué y para qué creemos que es válido aceptar este desafío de enseñar filosofía a comienzos del siglo XXI.

En principio, podemos decir que, para nosotros, la cuestión de la enseñanza de la filosofía tiene un fundamento epistemológico –articulado en este caso en torno a la respuesta a la pregunta de “qué es la filosofía”, pero también tiene un impacto socio-político sobre la constitución de subjetividades autónomas y democráticas.

Desde sus orígenes en la Grecia clásica del siglo V AC, la filosofía está ligada al proyecto de autonomía colectiva implicado en la democracia. Por ello, si desdoblamos las preguntas que articulan nuestra tematización en dos dimensiones: ¿por qué/para qué enseñar filosofía? en general y ¿por qué/para qué enseñar filosofía en la escuela? en particular, podemos comenzar a delinear, con Michel Tozzi (“¿Por qué enseñar Filosofía?” en http://pratiquesphilo.free.fr/contribu/contrib10.htm, Traducción: Liliana Ponce), las primeras afirmaciones:

¿ Por qué/ para qué enseñar Filosofía ?

Porque todo hombre tiene derecho a:

* desarrollar su capacidad de pensar por sí mismo

* ejercer la libertad crítica de un juicio racional

* comprender el sentido de su relación con el mundo, con los otros y consigo mismo.

Para:

* Asumir su condición humana.

* Lograr un posicionamiento reflexivo en el mundo y la sociedad.

* Cuestionarse lo que le preocupa.

* Construir sentido en un mundo sin trascendencia.

* Lograr el pluralismo sin caer en el relativismo.

* Liberar la palabra.

* Responder a una necesidad societal de reflexión.

* Pensar ante las presiones publicitarias e ideológicas de la sociedad global

¿ Por qué/ para qué enseñar Filosofía en la Escuela ?

Porque:

* hay crisis escolar de sentido y de saber,

* hay crisis de las relaciones vinculares.

Para:

* Generar una relación con el saber no dogmática, sino basada en la pregunta y la investigación ( más que en el resultado o la respuesta ).

* Lograr una ética comunicacional del debate que fomente las formas democráticas

¿ Por qué enseñar Filosofía desde una perspectiva ciudadana ?

Porque el pensamiento reflexivo permite :

* pensar lo que se dice, hablar para saber lo que se está hablando y si lo que se dice es verdadero.

* problematizar, conceptualizar y argumentar,

* construir con rigor el debate público,

* comprender las posturas económicas, sociales, culturales y éticas de un mundo complejo.


Por lo tanto, si entendemos a la filosofía como una “actividad teórica”, esto es, como una forma particular de la praxis humana, y no exclusivamente como ese saber que “interroga por el ser”, podremos resignificar el mandato kantiano de “enseñar filosofía”, “enseñando a filosofar”. Para nosotros, “aprender a filosofar”, desde una perspectiva ciudadana, significa aprender a filosofar en y fuera de la escuela, y esto es lo que constituye una apuesta democrática. En este sentido, la filosofía se convierte en un “derecho”, el derecho a pensar por nosotros mismos, a decidir “qué debemos pensar” del mundo, de la ley, de la justicia, de los otros, y también de nosotros mismos.

Esto no significa dejar de lado la “tradición filosófica”, es decir, la filosofía misma y su propia historia. Por el contrario, partir de la interpretación de los filósofos puede constituirse en un buen ejercicio para el pensamiento. Acerca de esto, Castoriadis señala: “es imposible definir qué es la filosofía sin cierta compresión de lo dicho por los filósofos”, sin embargo, puesto que la filosofía se define por su “actitud antidogmática”, no se puede “hacer filosofía” sin adoptar “también ...una actitud crítica al respecto.” De este modo, la filosofía está ligada a un proyecto socio-político de libertad.

De allí que podemos pensar que la “crisis” que atraviesa nuestra cultura occidental está relacionada, no solamente con la “crisis” de sentido de las instituciones establecidas en la modernidad (la escuela, los valores democráticos, los “grandes relatos” de progreso, de emancipación y de liberación), sino fundamentalmente con el avance de la incapacidad para cuestionar el presente y las instituciones existentes.

Si la democracia tiene que ver con el proyecto de la autoinstitución reflexiva de la sociedad, entonces la filosofía tiene como objetivo la consolidación de un individuo histórico-social capaz de “pensar por sí mismo”, esto es, de “atreverse” a utilizar su propio entendimiento. Como señala Castoriadis, la filosofía y la democracia co-significan en la medida en que: “La democracia es el proyecto de romper la clausura a nivel colectivo. La filosofía, que crea la subjetividad reflexionante, es el proyecto de romper la clausura a nivel del pensamiento.” (Ver: Ver: El mundo fragmentado, Buenos Aires, Altamira, 1990 pág. 119)

Así es como la “crisis” que caracteriza a nuestra época puede ser redefinida en términos de “crisis del sentido”. La filosofía ofrece “respuestas”, más que “soluciones” prácticas, y justamente a lo que apunta es a responder preguntas que se inscriben en un ámbito donde lo que preocupa es el “sentido” . Según Savater, podemos distinguir tres niveles distintos de entendimiento:

Nivel 1: la información, que nos presenta los hechos y los mecanismos primarios de lo que sucede

Nivel 2: el conocimiento, que reflexiona sobre la información recibida, jerarquiza su importancia significativa y busca principios generales para ordenarla

Nivel 3: la sabiduría, que vincula el conocimiento con las opciones vitales o valores que podemos elegir, intentando establecer cómo vivir mejor de acuerdo con lo que sabemos (Ver: Savater, F. Las preguntas de la vida, Introducción, págs. 15 y ss.


Así, mientras la ciencia se mueve entre el nivel 1) y 2) de conocimiento, la filosofía opera entre el 2) y el 3). De este modo, no hay “información” propiamente filosófica, pero sí puede haber “conocimiento” filosófico, e incluso “nos gustaría” –dice Savater- que hubiese también “sabiduría” filosófica. La pregunta no tiene que ver sólo con la interrogación: ¿es posible lograr tal cosa? sino, sobre todo con: ¿se puede enseñar tal cosa?

Habrá entonces que volver a pensar la diferencia entre “filosofía” y “ciencia”, entre “utilidad” y “ocio”, entre “contenidos fundamentales” y “contenidos auxiliares” en el currículum para la formación del ciudadano, antes de decretar que “la filosofía no sirve para nada” –resumen de todos los reproches que se le hacen al saber filosófico. Porque de la respuesta que le demos a estos interrogantes (qué, por qué, para qué, con qué herramientas), dependerá cómo enseñamos la filosofía hoy. Para nosotros, la enseñanza de la filosofía tiene que ver con desmitificar los “rituales” que dispensan del pensamiento y de la libertad. Como señala Adorno: “en la incapacidad del pensamiento para elevarse acecha ya el potencial de encuadre y sometimiento a una autodridad cualquiera, perceptible también en el actual modo puntual y complaciente de aferrarse a lo dado”.

La filosofía debería abrir las puertas del pensamiento, en lugar de “darse por satisfecho con el argumento de que todo está mal y nada puede hacerse en contra”, posibilitando la reflexión sobre esa supuesta “fatalidad”. Este puede ser el comienzo de una relación entre los estudiantes y la filosofía, entre los estudiantes y una filosofía que sólo cierra sus puertas a quienes prefieren “dejar en la penumbra” las razones por las cuales le cierran las puertas al filosofar
."

Este es un fragmento del Documento de Trabajo del Seminario: “Maestros y profesores enseñando Filosofía. Reflexiones sobre la práctica”. Distrito: Lincoln, Región Educativa 14, elaborado por un grupo de Profesores en un Curso de Capacitación, que fue dictado durante el ciclo lectivo 2006.

Te invitamos a conocer todo el Documento, donde podrás encontrar, además de reflexiones, actividades destinadas a jóvenes estudiantes de Nivel Polimodal.

Para seguir pensando propuestas de intervención en este terreno, también se puede acceder al Informe de Trabajo de Campo realizado por los estudiantes de 1er. año del ciclo lectivo 2007, donde se puede tener una "mirada" de los estudiantes y de los profesores de la enseñanza de la filosofía en Nivel Polimodal, y algunas propuestas de trabajo.

Estos documentos nos pueden permitir empezar a pensar juntos el impacto de la enseñanza de nuestra disciplina sobre las nuevas figuras de socialidad juveniles.

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